viernes, 19 de octubre de 2012

El orgasmo en las mujeres


El orgasmo en las mujeres
Argelio González Rodríguez*
“Escribir es como hacer el amor.
No te preocupes por el orgasmo,
preocúpate del proceso”.
Isabel Allende

            Es muy difícil hablar y escribir sobre sexualidad sin hacer referencia a  nuestra cultura para poder entender el contexto de todo lo que nos acontece a nivel sexual.
            Vivimos en una sociedad machista. Es evidente que las ciencias (dentro de la cual se encontraría la Sexología con el hecho sexual humano como objeto de estudio) también responden al mismo esquema. La cultura patriarcal está caracterizada por la dominación del hombre asociado a lo masculino y la sumisión de las mujeres asociada a lo femenino con un tinte claramente machista donde los intereses de los hombres son más importantes. Las mujeres quedan relegadas a un segundo plano y también, esos hombres que no encajan en el esquema considerado “normal” en nuestra sociedad.
            La ciencia, la Sexología, ha “evolucionado” con una clara visión androcéntrica. El desconocimiento de la sexualidad femenina se ha alimentado por mitos y creencias erróneas como el famoso punto G, la eyaculación femenina, el orgasmo clitoriano o vaginal, etc.
Todo ello ha provocado que muchas mujeres vivan su sexualidad con muchas dificultades ocasionadas por este entramado cultural que limita el desarrollo de su sexualidad.
Es muy difícil definir el orgasmo, de hecho, seguramente muchas personas lo podrían definir de diferentes maneras sin caer en error, es algo que se siente.
Desde el punto de vista anatómico y fisiológico, el orgasmo en la mujer consiste en una serie de contracciones rítmicas de los músculos de la vagina inferior (músculos pubococcigeos) o llamado también el reflejo orgásmico. El orgasmo es un reflejo que se desencadena una vez alcanzado determinado nivel de excitación. De manera involuntaria todos los músculos perilineales comienzan a contraerse rítmicamente cada 0,8 segundos con un total de 7 u 8 contracciones. La mujer pierde así el control voluntario de los músculos. Esta fase dura apenas algunos segundos. Se siente una respuesta de todo el organismo en esta fase. Todos los músculos de la mujer que rodean la entrada de la vagina y la plataforma orgásmica entran en acción y de manera involuntaria se contraen rítmicamente cada 0,8 seg. con un total de 7 u 8 contracciones. Así la mujer pierde el control voluntario de sus músculos y todo su cuerpo se involucra, se contrae el esfínter anal y el útero al igual que el resto de aparato genital. Así mismo, se liberan hormonas que contribuyen a la relajación y al bienestar como son las endorfinas y la oxitocina.
Muchas mujeres acuden a consulta manifestando dificultades para lograr el orgasmo.
La doctora Sonia Blasco Grama en su libro “Camino al Orgasmo” describe su experiencia durante diez años coordinando grupos de sexualidad femenina con dificultades para alcanzar el orgasmo y comenta que el orgasmo tiene un camino que se puede aprender.
Muchas veces se habla, de forma peyorativa, de mujeres frígidas o anorgásmicas. En realidad no hay ninguna mujer que no pueda lograr un orgasmo, de hecho, en nuestro Gabinete Sexológico cuando se atiende a estas mujeres, se recomienda inmediatamente que se incorpore a la terapia su pareja si la hubiese.
            Existen mujeres que nunca, en ninguna ocasión, han experimentado un orgasmo. Otras mujeres refieren que se han encontrado con una excitación pero que de pronto es interrumpida, y ya no pueden llegar.
            Esta dificultad, más que una disfunción sexual obedece principalmente a una falta de información y educación sexual. Se han creado numerosos mitos y tabúes con respecto al orgasmo femenino. Por ejemplo, si una mujer disfruta del sexo se le considera como una “puta”, y si no lo hace es catalogada como “frígida”. O la necesidad imperiosa de muchas mujeres de obtener un orgasmo vaginal, o un orgasmo simultaneo con la pareja (también referido por hombres en consulta)
            Sheren Hite en un estudio muy importante con 3.000 mujeres, concluye que el 70% de ellas no llega al orgasmo solamente con la penetración. Estos datos explican por qué es una realidad la preorgasmia femenina y de cómo las falsas creencias sobre ella, como en la supuesta idea casi generalizada, de que mujeres y hombres tienen la misma sexualidad; o de que si hay estímulo diferente a la penetración coital, no es válido para la mujer.
            Por otra parte, recordar las investigaciones recientes de la Doctora australiana Helen O´Connell sobre el clítoris donde demuestra las enormes particularidades y potencialidades de este regalo de la naturaleza para las mujeres. Es curioso lo de “investigaciones recientes”.
            El desconocimiento, y la represión cultural sobre el placer femenino, es el origen de esta problemática. Por otra parte, a todo esto ella agrega la connotación negativa que tiene la masturbación, aún más cuando lo hacen las mujeres. Es muy difícil encontrar alguna mujer que comente con otra u otro sus experiencias masturbatorias, porque son consideradas desde la infancia, como algo “sucio y pecaminoso”. En cambio entre los hombres es mucho más fácil explicitar sus relaciones sexuales con todo detalle y sin necesidad de estar en un entorno de confianza e intimidad.
            El conocimiento del propio cuerpo y el de su propia sexualidad son piezas fundamentales para facilitar la consecución del orgasmo. Además, la desconstrucción de los mitos que envuelven la sexualidad femenina y la construcción de nuevas formas de pensar y vivir la sexualidad ayudará a disfrutar más y mejor.
            Por otra parte, la autoestimulación o masturbación es una excelente herramienta para contribuir al conocimiento sexual de las mujeres, un medio para conocerse, quererse y un tiempo de calidad para regalarse.

*Argelio González Rodríguez

Sexólogo en Edusex

argeliogr@gmail.com 649 285 979

http://argeliosexologo.blogspot.com.es

www.edusex.es

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