El orgasmo en las mujeres
Argelio González Rodríguez*
“Escribir es como hacer el amor.
No te preocupes por el orgasmo,
preocúpate del proceso”.
Isabel Allende
Es
muy difícil hablar y escribir sobre sexualidad sin hacer referencia a nuestra cultura para poder entender el
contexto de todo lo que nos acontece a nivel sexual.
Vivimos
en una sociedad machista. Es evidente que las ciencias (dentro de la cual se
encontraría la Sexología con el hecho sexual humano como objeto de estudio)
también responden al mismo esquema. La cultura patriarcal está caracterizada
por la dominación del hombre asociado a lo masculino y la sumisión de las
mujeres asociada a lo femenino con un tinte claramente machista donde los
intereses de los hombres son más importantes. Las mujeres quedan relegadas a un
segundo plano y también, esos hombres que no encajan en el esquema considerado
“normal” en nuestra sociedad.
La
ciencia, la Sexología, ha “evolucionado” con una clara visión androcéntrica. El
desconocimiento de la sexualidad femenina se ha alimentado por mitos y
creencias erróneas como el famoso punto G, la eyaculación femenina, el orgasmo
clitoriano o vaginal, etc.
Todo
ello ha provocado que muchas mujeres vivan su sexualidad con muchas
dificultades ocasionadas por este entramado cultural que limita el desarrollo
de su sexualidad.
Es muy
difícil definir el orgasmo, de hecho, seguramente muchas personas lo podrían
definir de diferentes maneras sin caer en error, es algo que se siente.
Desde el punto de vista anatómico y fisiológico,
el orgasmo en la mujer consiste en una serie de
contracciones rítmicas de los músculos de la vagina inferior (músculos
pubococcigeos) o llamado también el reflejo orgásmico. El orgasmo es un reflejo
que se desencadena
una vez alcanzado determinado nivel de excitación. De manera involuntaria todos
los músculos
perilineales comienzan a contraerse rítmicamente cada 0,8 segundos con un total
de 7 u 8
contracciones. La mujer pierde así el control voluntario de
los músculos. Esta fase dura apenas algunos segundos. Se siente una respuesta
de todo el organismo en
esta fase. Todos los músculos de la mujer que rodean la
entrada de la vagina y la plataforma orgásmica
entran en acción y de manera
involuntaria se contraen rítmicamente cada 0,8 seg. con un total de 7 u 8
contracciones. Así la mujer pierde el control voluntario
de sus músculos y todo su cuerpo se involucra, se
contrae el esfínter anal y el útero al igual que el resto de aparato genital. Así
mismo, se liberan hormonas que contribuyen a la relajación y al bienestar como
son las endorfinas y la oxitocina.
Muchas
mujeres acuden a consulta manifestando dificultades para lograr el orgasmo.
La
doctora Sonia Blasco Grama en su libro “Camino al Orgasmo” describe su
experiencia durante diez años coordinando grupos de sexualidad femenina con
dificultades para alcanzar el orgasmo y comenta que el orgasmo tiene un camino
que se puede aprender.
Muchas
veces se habla, de forma peyorativa, de mujeres frígidas o anorgásmicas. En
realidad no hay ninguna mujer que no pueda lograr un orgasmo, de hecho, en
nuestro Gabinete Sexológico cuando se atiende a estas mujeres, se recomienda
inmediatamente que se incorpore a la terapia su pareja si la hubiese.
Existen mujeres que nunca, en ninguna ocasión, han experimentado un
orgasmo. Otras mujeres refieren que se han encontrado con una excitación
pero que de pronto es interrumpida, y ya no pueden llegar.
Esta dificultad, más que una
disfunción sexual obedece principalmente a una falta de información y educación
sexual. Se han creado numerosos mitos y tabúes con respecto al orgasmo
femenino. Por ejemplo, si una mujer disfruta del sexo se le considera como una
“puta”, y si no lo hace es catalogada como “frígida”. O la necesidad imperiosa
de muchas mujeres de obtener un orgasmo vaginal, o un orgasmo simultaneo con la
pareja (también referido por hombres en consulta)
Sheren Hite en un estudio muy
importante con 3.000 mujeres, concluye que el 70% de ellas no llega al orgasmo
solamente con la penetración. Estos datos explican por qué es una realidad la
preorgasmia femenina y de cómo las falsas creencias sobre ella, como en la
supuesta idea casi generalizada, de que mujeres y hombres tienen la misma
sexualidad; o de que si hay estímulo diferente a la penetración coital, no es
válido para la mujer.
Por otra parte, recordar las
investigaciones recientes de la Doctora australiana Helen O´Connell sobre el
clítoris donde demuestra las enormes particularidades y potencialidades de este
regalo de la naturaleza para las mujeres. Es curioso lo de “investigaciones
recientes”.
El desconocimiento, y la represión
cultural sobre el placer femenino, es el origen de esta problemática. Por otra
parte, a todo esto ella agrega la connotación negativa que tiene la
masturbación, aún más cuando lo hacen las mujeres. Es muy difícil encontrar
alguna mujer que comente con otra u otro sus experiencias masturbatorias, porque
son consideradas desde la infancia, como algo “sucio y pecaminoso”. En cambio
entre los hombres es mucho más fácil explicitar sus relaciones sexuales con
todo detalle y sin necesidad de estar en un entorno de confianza e intimidad.
El conocimiento del propio cuerpo y
el de su propia sexualidad son piezas fundamentales para facilitar la
consecución del orgasmo. Además, la desconstrucción de los mitos que envuelven
la sexualidad femenina y la construcción de nuevas formas de pensar y vivir la
sexualidad ayudará a disfrutar más y mejor.
Por otra parte, la autoestimulación
o masturbación es una excelente herramienta para contribuir al conocimiento
sexual de las mujeres, un medio para conocerse, quererse y un tiempo de calidad
para regalarse.
*Argelio
González Rodríguez
Sexólogo
en Edusex
argeliogr@gmail.com
649 285 979
http://argeliosexologo.blogspot.com.es
www.edusex.es
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